viernes, 24 de febrero de 2023

Esta ilusión llamado video del 93 que fue un recorrido por Barranquilla pasó cerca a mi casa. Gracias Mr. Ariks

                        VIDEO DE BARRANQUILLA EN EL AÑO 1993 

           PROPIEDAD DE Mr. ARIKS DE LA CIUDAD DE BARRANQUILLA. 


Yo lo vi, y mi corazón quiso estallarse. Este video es un

recorrido por la ciudad de Barranquilla y pasó a sólo siete

cuadras de mi sencillo elegre  hogar en ese 93 inolvidable. Me

provocó entrar a ese video y bajar y bajar y llegar a mi casita

para sentir el olor a hogar que nos motiva a la vida. Verme a

mi mismo joven y carismático, con mi ropa  sencilla, 

mi mirada sufrida por esa calamitosa situación de ese año. A

mi hija bella casi bebé dormida y sonriente como un angelito.

Pero salimos adelante con el único escudo del trabajo y la

honradez. A mi esposa amada, hermosa y llena de ternura

siempre para mí. Decirle a ella que vengo del futuro porque

pude entrar a este video 30 años después y darle la esperanza

 que ahora sé que todas esa necesidades y afugias pasarán

pronto. Si... ver la tiendecita de abajo con mis amigos del

barrio en ese 93 apagado y oscuro por los racionamientos

de energía en este país. Seguro me hubiera visto con mi ímpetu

de joven en derroche de alegría total. Hubiera visto los robles

morados dormidos en el tiempo, esos que me hubieran reconocido

porque me hacían la guardia como soldado leal a la patria en

mi casita. Las plántulas de hierbabuena del jardín que

siempre me vieron salir madrugado a mi trabajo. Han pasado

30 años y parece que hubiera sido ayer. ¿Dios mío en qué se

me fue la vida? Pero ahora ya consciente digo: si hubiera

entrado en ese video vería las calles de mi barrio la

Concepción lleno de gente trabajadora y buena recorrer cada

espacio en medio del canicular sol de Barranquilla hasta que

el atardecer, con las primeras golondrinas que  hubieran

avisado el ocaso de ese día soñado, mostrando los arreboles

más allá de las acacias florecidas en llamas vivas naranja y

rojas. Ese video me hizo reflexionar mi decisión

irrenunciable que cuando muera y sea espíritu, he de recorrer

esas calles pasivas una a una tal como fueron. Pero la gran

pregunta...que estaría haciendo yo en ese primero de enero

de 1993 a las 4 pm? eso creo que fue la hora. En mi lecho

descansando de aquel trabajo rudo y estresante o tal vez con

la resaca de ese año nuevo aún con el sabor a licor en mis

adentros. Mi trabajo duro que me dio la madurez y el apoyo

para ser lo que ahora soy con todo honor. Ahora mi casita ya no

está, ni los robles florecidos, ni la matica de yerbabuena, ni

mis amigos del goce esquinero en la tiendecita de Molina.

Todos se lo llevó el presente o el recorrer del tiempo

irreflexivo y sórdido que cuenta las horas sin parar y jamás

se detiene. A veces pienso que me resigno a no envejecerme.

Será que el amor al recuerdo no me hace resignarme a la

muerte. Tal vez... o es que amo tanto mi vida, a mi esposa y

mi hija, a mis amigos y toda mi Barranquilla entera que

jamás me resignaré a dejarlos aun sabiendo que me espera un

cielo con papá Dios. Lo que sí estoy seguro es que nadie

tiene el corazón más grande que yo, porque es tan grande y

lo tengo claro, que en él cabe toda mi Barranquilla entera

con sus avenidas, sus edificios, mi equipo Junior y su bella

gente. Ciudad amada, mi patria chica, donde dejaré mis

huellas saturadas de mi ADN que perdurará como testigos

mudos dando alusión que ya no estoy, que ese gran corazón

donde estuvo una ciudad entera dejó de latir pero que dirá al

mundo que simplemente viví. Ese río Magdalena idílico

y ensoñador pasar lento y majestuoso, con su ímpetu turbulento

de su agonía al morir en las aguas del Caribe, una vez de saludar

esta bella ciudad sin mácula triste de esclavitud y de la colonia

genocida. Ese malecón bello que nos dice al oído que ya no

 somos ingratos con ese rio que nos dio todo. Amigos, gracias

 por leer estas humildes palabras, extraídas de un corazón noble

 y agradecido de vivir en una tierra prospera y en paz.

Palabras de un hombre romántico y sencillo que escribe lo que

siente, tal vez el último romántico que queda en el mundo.

Que se atreve a lanzar al viento como burbujas de jabón

lo que siente y lleva en su corazón. Con ese sentimiento

que se desplaza como una pluma de un pajarillo en

la inmensidad del tiempo y el espacio hasta posarse suavemente

en el libro de la vida y el amor. Gracias y gracias y gracias.

 

Arturo Muskus Villalba.

Con derecho de autor

 

Reconozco que el video de la referencia es de propiedad de

Mr Ariks de la ciudad de Barranquilla.

 

 


Yo lo vi, y mi corazón quiso estallarse. Este video es un

recorrido por la ciudad de Barranquilla y pasó a sólo siete

cuadras de mi sencillo hogar en ese 93 inolvidable. Me

provocó entrar a ese video y bajar y bajar y llegar a mi casita

para sentir el olor a hogar que nos motiva a la vida. Verme a

mi mismo joven y carismático, con mi camisa desvencijada,

mi mirada sufrida por esa calamitosa situación de ese año. A

mi hija bella casi bebé dormida y sonriente como un angelito.

Pero salimos adelante con el único escudo del trabajo y la

honradez. A mi esposa amada, hermosa y llena de ternura

siempre para mí. Decirle a ella que vengo del futuro porque

pude entrar a este video 30 años después y darle la esperanza

 que ahora sé que todas esa necesidades y afugias pasarán

pronto. Si... ver la tiendecita de abajo con mis amigos del

barrio en ese 93 apagado y oscuro por los racionamientos

de energía en este país. Seguro me hubiera visto con mi ímpetu

de joven en derroche de alegría total. Hubiera visto los robles

morados dormidos en el tiempo, esos que me hubieran reconocido

porque me hacían la guardia como soldado leal a la patria en

mi casita. Las plántulas de hierbabuena del jardín que

siempre me vieron salir madrugado a mi trabajo. Han pasado

30 años y parece que hubiera sido ayer. ¿Dios mío en qué se

me fue la vida? Pero ahora ya consciente digo: si hubiera

entrado en ese video vería las calles de mi barrio la

Concepción lleno de gente trabajadora y buena recorrer casa

espacio en medio del canicular sol de Barranquilla hasta que

el atardecer, con las primeras golondrinas que  hubieran

avisado el ocaso de ese día soñado, mostrando los arreboles

más allá de las acacias florecidas en llamas vivas naranja y

rojas. Ese video me hizo reflexionar mi decisión

irrenunciable que cuando muera y sea espíritu, he de recorrer

esas calles pasivas una a una tal como fueron. Pero la gran

pregunta...que estaría haciendo yo en ese primero de enero

de 1993 a las 4 pm? eso creo que fue la hora. En mi lecho

descansando de aquel trabajo rudo y estresante o tal vez con

la resaca de ese año nuevo aún con el sabor a licor en mis

adentros. Mi trabajo duro que me dio la madurez y el apoyo

para ser lo que ahora soy desde ese 93. Ahora mi casita ya no

está, ni los robles florecidos, ni la matica de yerbabuena, ni

mis amigos del goce esquinero en la tiendecita de Molina.

Todos se lo llevó el presente o el recorrer del tiempo

irreflexivo y sórdido que cuenta las horas sin parar y jamás

se detiene. A veces pienso que me resigno a no envejecerme.

Será que el amor al recuerdo no me hace resignarme a la

muerte. Tal vez... o es que amo tanto mi vida, a mi esposa y

mi hija, a mis amigos y toda mi Barranquilla entera que

jamás me resignaré a dejarlos aun sabiendo que me espera un

cielo con papá Dios. Lo que sí estoy seguro es que nadie

tiene el corazón más grande que yo, porque es tan grande y

lo tengo claro, que en él cabe toda mi Barranquilla entera

con sus avenidas, sus edificios, mi equipo Junior y su bella

gente. Ciudad amada, mi patria chica, donde dejaré mis

huellas saturadas de mi ADN que perdurará como testigos

mudos dando alusión que ya no estoy, que ese gran corazón

donde estuvo una ciudad entera dejó de latir pero que dirá al

mundo que simplemente viví. Ese río Magdalena idílico

y ensoñador pasar lento y majestuoso, con su ímpetu turbulento

de su agonía al morir en las aguas del Caribe, una vez de saludar

esta bella ciudad sin mácula triste de esclavitud y de la colonia

genocida. Ese malecón bello que nos dice al oído que ya no

 somos ingratos con ese rio que nos dio todo. Amigos, gracias

 por leer estas humildes palabras, extraídas de un corazón noble

 y agradecido de vivir en una tierra prospera y en paz.

Palabras de un hombre romántico y sencillo que escribe lo que

siente, tal vez el último romántico que queda en el mundo.

Que se atreve a lanzar al viento como burbujas de jabón

lo que siente y lleva en su corazón. Con ese sentimiento

que se desplaza como una pluma de un pajarillo en

la inmensidad del tiempo y el espacio hasta posarse suavemente

en el libro de la vida y el amor. Gracias y gracias y gracias.

 

Arturo Muskus Villalba.

Con derecho de autor

 

Reconozco que el video de la referencia es de propiedad de

Mr Ariks de la ciudad de Barranquilla.

 

 



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